Por Sergio Víctor Manuel Sánchez
Quien haya leído un poco de historia universal sabrá que en la transformación, evolución y progreso de la humanidad, mucho de ello se lo debe a la Orden Masónica.
Unos de los muchos testimonios es la magnificencia arquitectónica plasmada en la serie de catedrales construidas por los arquitectos y maestros masones a través de la ruta o camino de Santo Santiago o de Santiago Compostela.
Estas construcciones vinieron a cambiar el diseño de captación energía del cosmos que anteriormente se hacía a través de las pirámides.
En estas construcciones los egipcios, por ejemplo, construyeron las tres principales pirámides en concordancia simétrica con la Constelación de Orión. De esta manera se captaba así gran cantidad de energía, misma que el sacerdocio difundía a manera de bendición entre el pueblo.
En las catedrales de Europa se construyeron las catedrales en correlación a la Vía Láctea. Se concentraba a la vez ahí, energía telúrica en los laberintos, o sea en corredores subterráneos de estos templos.
Y mediante las cúpulas y rosetones, se capta la energía proveniente del cosmos, para luego ser repartidas a los fieles en determinadas ceremonias a manera de bendición.
Otra referencia del quehacer masónico fue el de poner fin al sistema político-religioso del Medioevo, en el cual el conocimiento era acumulado en los monasterios y dosificado sólo a ciertos estratos sociales.
Igualmente se puso fin a en esa época al sistema feudal, donde la riqueza fue acumulada por la realeza, quien ejercía férreo dominio y esclavitud sobre las clases bajas.
En esa tenebrosa edad media, fue cuando el clero católico, en alianza con las cortes de la nobleza, ejercieron el dominio de mentes, conciencia y libertades a través del santo oficio.
Ya vencidos los anteriores obstáculos, los masones organizaron la independencia de los países dominados por las naciones poderosas europeas. Este proceso está identificado perfectamente en los pueblos de América, luego del colapso del Medioevo.
Y otra de las muchas muestras del quehacer masónico es su destacada aportación en las ciencias y las artes, pero hoy y por último, sólo haremos referencia a otra destacada labor: La lucha por la paz.
Esto no es un contrasentido a su actividad guerrera y combativa cuando tratándose de luchar por la libertad y contra la esclavitud se ha tratado. Es decir, se ha requerido también poner fin a actos o guerras sin sentido o con móvil agotado. O también aportaciones altamente humanitarias.
Damos pues a conocer a usted amigo lector, una lista de masones destacados que se hicieron merecedores al premio Nobel de la Paz:
León Burgeois, Francés, en 1920, factor principal en la constitución de la Liga de las Naciones.
Henri Dunat, en 1901, fundador de la Cruz Roja Internacional. Muere en la miseria después de dedicar su fortuna al bien común.
Alfred Fried, en 1911, dirigió desde 1891 las sociedades a favor de la paz en Alemania y Austria.
Henry La Fontaine en 1913, masón belga, apóstol del pacifismo.
Teodoro Roosevelt en 1906, quien viendo el peligro de la primera guerra mundial recorrió Europa predicando la paz. Por su intervención puso fina la guerra ruso-japonesa.
Stresman y Agusto Briad en 1926, propugnadores de la Sociedad de las Naciones y la Paneuropea.
Federico Passy en 1910, fundador y presidente de la Liga Internacional y Permanente de la Paz.
Ferdinand Buisson en 1927, fundador de los derechos del hombre, del sufragio femenino y principal baluarte en Francia y mundo entero de la enseñanza laica.
Cordel Hull en 1945, propugnador de la política de la buena vecindad.
Joh Boy Orr en 1940, por sus ideas en nutrición y alimentación, plasmadas y sustento en la creación de la FAO.
León Juheaux famoso por su trabajo humanitario como dirigente de la Confederación General de los Trabajadores de Francia.
George Marshall en 1953, factor principal en la victoria contra los países del eje y la recuperación y auge de Europa mediante un financiamiento de 17 mil dólares luego del conflicto bélico.
Mahatma Gandhi, libertador de la India, defensor de los derechos humanos, luchador de la no violencia y la discriminación.
Martin Luter King, luchador de los derechos del pueblo afroamericano, luchador también contra el racismo y la discriminación a través de la no violencia.
Y por último, este año del 2009 se otorgó el Premio Nobel de la Paz a otro distinguido masón de los E.U.; usted amigo lector, ya sabe por supuesto a quién nos estamos refiriendo.
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Fuente: El Sol de Hidalgo.
