En la publicación de hoy decidimos crear un pequeño listado de situaciones que muchos hermanos y hermanas realizan constantemente y que sería mejor evitarlos. Esperamos que sea de su agrado y que si caen en alguno de los puntos descritos tomen en cuenta nuestras sugerencias. Disfruten.
Como ustedes saben y los que nos han leído desde que el proyecto comenzó sabrán mejor, hemos publicado una serie de artículos que abordan temas sensibles. Nuestro estilo de escritura intenta ser lo más claro posible aunque caiga en lo crudo, hay que recordar que como hermanos nos debemos decir las cosas como son. En este orden de ideas, un hermano cuyo nombre omitiré me escribió muy consternado porque en su Logia se escandalizaron al escuchar parte de la información que contiene una de las entradas de El Blog del Masón, concretamente la entrada ¿Qué NO es la masonería? y todo porque en una de las cosas que menciono es que el G.A.D.U. no es un Dios masónico. La verdad es que no entraré en discusiones sobre teología pero debo decir que ese comentario me inspiró a escribir el siguiente artículo.
Nunca he sido partícipe de artículos kilométricos de más de 5 mil palabras, lamento decepcionar a los bloggeros masónicos (sí, ya somos una especie) que se dedican a reciclar artículos de otros sitios y a llenar los suyos con especulaciones raras, también seamos sinceros, muy pocas personas van a leer un artículo más extenso que su timeline de Facebook, (si eres uno de ellos felicidades). También aclaro que a pesar de ser 11 puntos hay muchísimos más, por lo que tal vez se haga un segundo artículo, así que vamos a comenzar, estas son las 11 cosas que un masón debe evitar.
1. Criticar a la religión.
La verdad sea dicha la religión no es la culpable de los males que aquejan al mundo, los fanáticos religiosos sí. Una cosa es saber que algunas religiones han criticado fuertemente a la masonería y otra muy distinta es sentirse dentro de una novela de Dan Brown perseguido por el párroco local, ¡No sean absurdos! La masonería y la religión comparten muchas cosas aunque vivan en mundos separados, creemos en Dios, dedicamos nuestras obras al creador, tratamos de vivir vidas decorosas para ser dignos de estar en su presencia, somos instituciones altamente espirituales, contamos con una enorme membresía, y un largo etcétera. Entonces no caigamos en el absurdo de sentirnos perseguidos u ofendidos por una institución que en buena medida ha aportado muchas de las costumbres que existen incluso dentro de la masonería. En cambio orientemos a los fanáticos para que exista apertura de pensamiento y menos brecha entre ambos mundos.
2. Saludar a todo el mundo con tocamientos masónicos.
¿Cuántas veces nos hemos topado con hermanos con una patológica necesidad de exhibir el grado que tienen? Al menos yo me los topo cada vez que voy a Logia o a un aniversario. Hermanitos, no es necesario que exhiban que tienen el Grado de Maestro a cada persona que pasa por la calle, aprendices, si acaban de ser iniciados no den tocamientos a su jefe para ver si es masón ¡SE VE MAL! seamos sinceros, si eres Maestro no hace falta que des tocamientos para que el resto lo sepa, hay muchas otras formas de que la gente te reconozca como Maestro, enseñando con el ejemplo, instruyendo correctamente, siendo un hombre digno de admirar, cosas que valgan la pena y no un tocamiento que solo exhibe que tienes un enorme ego. Aprendices, sé que es emocionante y apasionante la masonería, pero no hace falta que le digan a todo el mundo que lo son, del mismo modo que con los Maestros, la gente se dará cuenta de que son masones con sus actos, siendo diferentes a los demás, demuestrenlo así y verán que los beneficios serán aún más grandes.
3. Pedir apoyo económico en templos masónicos constantemente
Al menos en donde yo vivo me ha tocado la desgracia de conocer individuos que se dicen ser masones que piden dinero a diestra y siniestra dentro de nuestros templos masónicos. La verdad sea dicha, aún pasando por un proceso de retejamiento y métodos administrativos para corroborar que efectivamente son miembros de la orden, no es correcto pedir dinero cada semana, la masonería nos enseña compasión por el desprotegido, por el hambriento, por el necesitado. Pero también nos enseña el valor del trabajo, del esfuerzo y de la superación personal. ¿De qué sirve que seamos masones si vamos a vivir de lo que nuestros hermanos nos regalen? ¿Qué bien le hago a mis hermanos si les doy dinero y los impulso a vivir de la limosna? No creo que alguna de las partes salga ganando.
4. Molestarse si no hay ayuda de parte de un hermano.
Sabemos que la orden masónica nos enseña a ayudar a nuestros hermanos cuando así lo necesiten, sin embargo también nos enseña a que hagamos lo POSIBLE, lo que esté a NUESTRO ALCANCE. Si un hermano nos pide rescatar a una población necesitada en el Congo porque ahí hay masones y es nuestro deber y nosotros somos modestos comerciantes en un mercado local yo pregunto ¿Qué vamos a hacer? y si encima ese hermano se molesta porque no obtiene la respuesta que esperaba, ¿Qué vamos a hacer? Pues simple, explicando hasta dónde llegan nuestros alcances como hermanos y como personas, recordar que nadie está obligado a lo imposible.
5. Abusar de su condición de masón para pedir favores.
Es muy desagradable leer a personas que se dicen miembros de la orden y que piden trabajo a todo hermano que conocen como si fuera obligación de ellos. Tantas personas que ingresan a la institución masónica con ánimo de lucro o simplemente para lograr colocarse en alguna posición favorable en el gobierno como si los masones tuviéramos altos cargos en esferas de poder. La verdad es que ese tipo de personas sólo hacen que nuestra institución se demerite, jamás desarrollarán grandes cambios en la sociedad, más bien se podrían parasitar en la sociedad, creando así más vividores del sistema.
6. Vender a la orden como la gran gestora de cambios sociales.
La verdad sea dicha la orden masónica ha albergado a grandes próceres que han impulsado los enormes cambios sociales sobre todo en el siglo XIX y XX, pero no lo han hecho porque la organización masónica se los haya ordenado o sugerido, lo hicieron porque eran grandes seres humanos, los Bolívar, los Juárez, los Washington existen hoy en día, son ciudadanos de a pie que no necesariamente son masones, no confundamos a los interesados en nuestra institución con cuentos chinos de que la masonería ha creado todas las transformaciones del mundo moderno, mejor impulsemos el trabajo en nuestra sociedad para que todos ayudemos a cambiar el mundo para las futuras generaciones, de nada sirve vivir en el pasado, construyamos un mejor futuro.
7. Dar comunicados a nombre de la masonería.
Últimamente leí en la red a un hermano Maestro Masón, por cierto, en el estado de Veracruz que mencionaba una serie de desplegados y comunicados a nombre de la orden masónica, nada más erróneo, la orden masónica es una entidad no gubernamental, sin fines de lucro y que tiene extensión en todo el mundo. Dar comunicados a nombre de toda la institución es un error, incluso darlos a nombre de una Gran Logia en particular necesitaría la aprobación de al menos un número significativo de hermanos, de otro modo no tendría legitimidad aunque sí impacto mediático, que desgraciadamente es lo que se busca hoy en día. Los masones merecemos respeto de nuestras autoridades masónicas, que se nos pregunte antes de emitir comunicados a los medios, que se nos diga ante qué instancias se va a hacer uso del nombre de la institución.
8. Criticar a otras potencias masónicas.
No importa si se es regular o irregular, hombre o mujer, blanco o negro, escocés o yorkino. Los conflictos entre potencias masónicas en el mundo existen desde antes de la creación de la Gran Logia de Londres en 1717 (por cierto el próximo año es el aniversario 300). Es verdaderamente triste escuchar personas que critican a la masonería femenina con tintes hasta machistas, a quienes critican a los yorkinos con pasión desmedida, a quienes ven en las Logias Prince Hall aberraciones con tintes xenofóbicos. La verdad es que todos pertenecemos a la misma institución, la diferencia estriba en la forma de organización que cada una de las manifestaciones masónicas tiene. Quizás la cuestión de la regularidad e irregularidad obsesiona demasiado a algunos y tal vez el esfuerzo por unificar a todas las corrientes masónicas en Logias mixtas u orientes herméticos escandaliza a otros, sin embargo hace falta tener el suficiente criterio y la apertura de mente para comprender y respetar a todas las manifestaciones masónicas que hay, recordemos que la libertad de pensamiento es una de las pautas que debe definir al masón, sin importar el tipo de Logia en la que trabaje.
9. Abusar de su posición dentro de la orden.
Cientos de veces he escuchado el famoso "es que eres aprendiz" o el "eso no es de tu grado". Lo triste es escucharlo precisamente porque quienes lo dicen no tienen una respuesta convincente ante lo que se pregunta o simplemente no lo saben. En la masonería todo el conocimiento no se debe limitar, se debe dividir en segmentos y se debe explicar con claridad. Si un aprendiz sabe cuales son los temas de su grado y ha tenido una buena instrucción, entonces sabrá qué temas aún no son de su grado. Si alguien te pregunta algo que no debe saber aún lo que debes hacer es encaminarlo a conocimiento que si sea de su acceso, no limitarlo con frases tontas como "es que eres aprendiz" porque eso denota soberbia. Por otro lado, he escuchado a muchos hermanos dirigirse con aspereza al resto del gremio sólo porque tienen un grado o una posición aparentemente superior a la del resto, eso denota inferioridad de hecho, como ser humano, que finalmente es más importante que un grado masónico, yo por ejemplo tengo 9 grados en mi haber y no por ello soy más que el aprendiz que recién acaba de ingresar, si acaso tengo más responsabilidades y más tiempo en la orden pero nada más. Seamos concientes de quienes somos y no vayamos a la Logia a suplir lo que no somos en el exterior, usualmente a ese Ilustre y Poderoso Hermano le pega su mujer en casa. ¡Nieguenlo!
10. Publicar fotografías de rituales masónicos en Internet.
Cada día es más común leer en los foros de internet y en los grupos de facebook a hermanos muy emocionados porque acaba de haber una iniciación o una exaltación en su Logia y está muy bien, el problema está en que lo comparten acompañados de una fotografía realizando signos de grados que no corresponden y todo por el simple hecho de que en esos grupos no sólo hay personas de todos los grados sino que hay personas que no pertenecen a la orden, seamos celosos de los secretos que nos son revelados y sobre todo respetuosos de las personas que con mucho esfuerzo hemos alcanzado esos niveles, también de quienes aún no es su tiempo. Ya dejemos de lado el asunto de que la orden debe ser secreta, hagámoslo por sentido común, la gente no necesita saber que tuvimos una iniciación, quizás ese nuevo hermano lo último que quiere es que su imagen con un mandil frente a un Ara masónica circule por la red, tengamos un poco de decencia señores.
11. Creer que somos mejores que los profanos.
La palabra Profano no es un peyorativo, es una manera para describir a quien está frente al templo (pro-fanum). Sin embargo, he escuchado infinidad de personas que dicen "los profanos esto" "los profanos aquello" como si se tratara de una clase inferior de ser humano. No seamos ridículos, las personas que no son masones no son peores que nosotros ni nosotros somos mejores que ellos, si a caso somos más conscientes de nuestros deberes éticos y morales (en el mejor de los casos). No caigamos en banalidades como sentirnos seres iluminados o superiores, simplemente somos masones, gente común y corriente que se enfrenta al mundo con los mismos derechos y obligaciones. Tal vez lo único que nos hace diferentes es que tenemos mucho trabajo por hacer en nosotros mismos y con la sociedad para intentar hacer de este un mejor lugar para vivir.
Hemos llegado al final de este artículo no sin antes agradecer, como siempre, sus muestras de cariño y de solidaridad, en verdad es un gusto que los artículos que escribimos en El Blog del Masón sean de su agrado.
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Fuente: El Blog del Masón.