Por Juan O. Tamayo
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El próximo juicio de los masones cubanos a un antiguo Gran Maestro ha destacado la perseverancia de los 30,000 miembros de la organización pese a los severos controles gubernamentales sobre su dirección.
Juan Manuel Collera Venta y otros dos masones están acusados de permitir que un masón iniciado en Miami asistiera a una reunión en una logia el año pasado, violando una regla que establece que sólo los miembros iniciados en Cuba pueden visitar las logias de la isla.
Pero el caso ha estado rodeado de rumores de que Collera está excesivamente vinculado con el gobierno. También se ha dicho que el gobierno presionó a los masones para que lo eligieran Gran Maestro en el 2000 y que posteriormente les impidió que lo expulsaran por otro caso no especificado en el 2005.
Fue imposible localizar a Collera para que comentara. Pero en una carta escrita pocos días después de la última acusación en su contra, presentada en abril, calificó el proceso de "moralmente fraudulento'' e insinuó que era obra de los exiliados. La dirección de los masones cubanos "acostumbraba mantener un valladar entre nosotros y los hermanos maestros de las logias en la emigración'', escribió.
Investigadores masónicos están entrevistado a los implicados en el caso y se espera que el juicio tenga lugar en junio, dijo Gustavo Pardo Valdés, presidente de la Academia Cubana de Altos Estudios Masónicos y periodista independiente que ha reportado sobre el caso.
Varios masones de Miami entrevistados para esta historia declinaron comentar sobre Collera pero se quejaron insistentemente de que el gobierno cubano presiona con dureza a los líderes masónicos para que obedezcan la línea oficial.
"Todas las logias están infiltradas y al otro día de cualquierreunión ya el gobierno sabe lo que se discutió'', dijo Manuel Olmedo, presidente de la Federación de Masones Cubanos en el Exilio Cuba Primero.
Sin embargo, y sorprendentemente, la masonería ha perdurado en Cuba, pese a un esfuerzo de miembros procastristas en 1959 de disolver el grupo, alegando que la revolución había eliminado la necesidad de semejantes grupos.
Actualmente, los masones cubanos dicen tener 30,000 miembros en 316 logias. Eso es menos de los 34,000 miembros y 340 logias de 1958 pero superior a los 19,690 miembros en 1981.
También controlan unos 220 templos, dijo Pardo, aunque el gobierno ha confiscado cinco o seis y todos menos tres de los 11 pisos de la Gran Logia en Centro Habana.
Más de un tercio de los miembros y las logias están en La Habana, y algunos miembros también pertenecen al Partido Comunista de Cuba, según un reciente estudio de Jorge Luis Romeu, un masón nacido en Cuba y profesor de Estadística de la Universidad de Syracuse, en New York.
Aunque las reglas de la organización prohíben actividades políticas partidarias, 13 de los 75 disidentes encarcelados en la represión del 2003 conocida como la Primavera Negra son masones, dijo Pardo por teléfono desde La Habana.
La masonería es legal en Cuba pero está estrictamente controlada por la Oficina de Asuntos Religiosos del Comité Central del Partido Comunista de Cuba, encabezada desde hace tiempo por Caridad Diego.
El gobierno, por ejemplo, requiere que las logias cancelen la membresía de los masones que emigran, así como que reporten detalladamente las actividades de sus logias y que obtengan aprobación previa para cualquier actividad no rutinaria, dijo Olmedo.
Pardo Valdés, ex preso político y masón grado 33, dijo que, en el 2007, Diego bloqueó su esfuerzo para ser electo presidente a un alto cargo, el Consejo Supremo, debido a su activismo político.
Las donaciones de los masones en el exterior generalmente pasan a través del Instituto Cubano de la Amistad con los Pueblos, dirigido por el gobierno, que se queda con parte del dinero, añadió Olmedo. Pero otra parte llega a los masones cubanos directamente para sus programas caritativos y conferencias sobre temas como la economía, la historia y la literatura.
El Asilo Masónico Llansó en la Habana alberga a unos 90 pacientes ancianos, incluyendo algunos no masones, y las logias cubanas mantienen un blog, La Colmena. El año pasado hubo que cerrar la página de internet de la Gran Logia en La Habana por falta de fondos.
La masonería se estableció en Cuba hace 150 años y ganó influencia política cuando muchos de sus principales miembros, incluyendo al líder independentista José Martí, lucharon contra el dominio español.
En Cuba también está activa la Sociedad de Antiguos Honorables Compañeros Distintos --Oddfellows en inglés-- con unos 25,000 o 30,000 miembros, y los Caballeros de la Luz, un grupo desarrollado en la isla con unos 25,000 miembros, según Pardo Valdés.
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Fuente: elnuevoherald.com