martes, 24 de agosto de 2010

Caza a los masones

Francia verano de 1940

De acuerdo con la ley del 13 de agosto “que suprime a las sociedades secretas”, se disuelven el Grande Oriente de Francia y el Gran Logia de Francia. La medida no va a tardar en afectar las otras obediencias, como el Derecho Humano. Sus bienes y sus archivos se embargan, sus templos son saqueados. El ideal humanista de las logias, afirmado por el “triple batería” “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, divisa de la República, molesta al nuevo Estado francés que rechaza estas tres palabras. Todo funcionario en adelante debe declarar su pertenencia a una obediencia. Si es policía, militar o profesor, se le inhabilita. El Diario Oficial publica una lista de alrededor 15.000 nombres. En octubre y noviembre, el Petit Palais, en París, acogerá una “Exposición masónica”. En el catálogo, estas líneas: “Pueden observar el número impresionante de símbolos judíos utilizados por la Masonería en su ritual.”

Mientras que en París, los alemanes abren una sección antimasónica, en la avenida Foch 72, el gobierno de Vichy se dota de una Dirección General de Sociedades Secretas, directamente adjunta al ministerio de la presidencia del Mariscal (Pétain). Colocada bajo la autoridad de un historiador monárquico, Bernard Faÿ, publicará pronto Documentos Masónicos, revisada mensual que denunciará “al pulpo masónico”, “el sepulturero de la paz”. Sobre la cabecera de su primer número, una fotografía del mariscal así como algunas líneas que aportan su apoyo a la publicación: “La regeneración nacional no puede hacerse más que en un gran día. Es necesario que Francia se conozca y se reconozca. Es necesario que encuentre sus cualidades de conciencia intelectual y conciencia moral. Apruebo pues enteramente la tarea de este estudio que debe llevar la luz en un ámbito mucho tiempo ignorado por los franceses.” En la página 2, un editorial de Bernard Faÿ: “Parásito monstruoso, la francmasonería creció sobre nuestra decadencia. Los franceses deben saber cómo los ha engañado, con el fin de extirpar ese germen.”

En los reservados

Bajo la ocupación, “La Philosophie positive”, logia del GODF, a la cual pertenece Paul Regnot, “iniciado” en 1935, va a seguir reuniéndose, cada lunes, al anochecer, en los reservados de los cafés. Obviamente, no hay “ni decorado, ni ritual”, pero los “hermanos” desean salvaguardar la posibilidad de discutir, como hombres libres, sobre los temas que agitan a la sociedad: el nazismo, la ocupación, el mercado negro… Paralelamente, Paul Regnot, que tomará Pongerval por seudónimo, será un agente de enlace del CAM (Comité de Acción Masónico) una organización resistente que multiplicará las acciones: contrapropaganda, información, ayuda a los judíos, a los insumisos del STO (Servicio del Trabajo Obliogatorio), a los aviadores aliados abatidos sobre Francia. Efectuará también misiones para “Résistance”, movimiento próximo a los cristiano-demócratas. En marzo de 1944, es un miembro de “Resistencia”, Michel Voisin, alias Louis-Mathurin, católico practicante, que le evitará, a él laico puntilloso, caer en manos de la Gestapo.
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Fuente: Masón Aprendiz, Alain Vicenot/France-Soir.