lunes, 20 de marzo de 2023

LÁZARO CÁRDENAS DEL RÍO COMO MASÓN

Don Lázaro Cárdenas del Río: Nació el 21 de mayo de 1895 en Jiquilpan de Juárez, Michoacán. Hijo de Dámaso Cárdenas y de Felicitas del Río. Acudió a la escuela hasta los 11 años, a los 16 trabajó de tipógrafo y más adelante en una oficina de Hacienda. En el año 1914 se sumó a la Revolución Mexicana, alcanzando el grado de teniente coronel en el año 1915, etapa en la que fue iniciado en la Masonería en Tuxpan, Veracruz. Tras la Convención de Aguascalientes, se convirtió al constitucionalismo de Venustiano Carranza relacionándose con el grupo de Sonora encabezado por Plutarco Elías Calles, también iniciado en la Masonería; Don Lázaro como político llegó al máximo escaño al que puede aspirar un político mexicano: Presidente Constitucional de los Estados Unidos Mexicanos de 1934 a 1940. En el año 1934 funda la Confederación de Grandes Logias Regulares de los Estados Unidos Mexicanos, con el propósito de que los hombres de la política nacional fueran hombres de principios, para que estuvieran en condiciones de gobernar con temple y sabiduría en los distintos niveles de gobierno.

Don Lázaro fue General de Brigada del Ejército Constitucionalista en 1925. Electo Gobernador de Michoacán para el período 1928-1932 y electo para el máximo cargo al que puede aspirar un masón: Muy Respetable Gran Maestro de la Muy Respetable Gran Logia Valle de México para el ejercicio masónico 1929-1931, unió a dos corrientes de la masonería nacional que eran las que tenían más representación en la República: La Muy Respetable Gran Logia Valle de México, fundada desde el año 1862 y la Gran Logia Simbólica Independiente Mexicana, fundada a finales del Siglo XIX y consolidada por el propio Cárdenas hacia 1927 etapa en la que ya contaba con muchas Logias Simbólicas y por lo tanto con muchos adeptos; elegido presidente del Partido Nacional Revolucionario (PNR) en 1930, deja la Gubernatura de Michoacán para ocupar el cargo de Secretario de Gobernación en 1931 y Secretario de Guerra y Marina en 1933.

Antes de terminar su ejercicio como Gran Maestro, y siendo Secretario de Gobernación, en los primeros meses del año 1931, ordenó se hiciera una de las figuras del Presidente Don Benito Juárez, a quien tanto admiró y quien fuera fuente de inspiración para su Gobierno, con los arreos masónicos, pintura original que se encuentra en la Gran Maestría de la Muy Respetable Gran Logia Valle de México; réplicas de esta figura me permití distribuirlas en las reuniones interpotenciales a Grandes Maestros de más de setenta países a partir del año 2002 hasta el 2005. Antes de finiquitar mi ejercicio me permití pedirle al joven pintor Daniel Barrera plasmara la figura del Muy Respetable Gran Maestro Lázaro Cárdenas del Río, con toda su parafernalia masónica, pintura que se entregara en Gran Asamblea de la Gran Logia el 21 de marzo de 2005 y que se colocó en ceremonia masónica especial también en la Gran Maestría de la Gran Logia Valle de México a un lado de la de don Benito Juárez: para nosotros dos Hermanos mayores que han sido los más grandes presidentes que ha tenido México, ambos fincaron su fe en sus ideales y en los propios mexicanos, es decir tuvieron fe, esperanza y amor en su pueblo.

En la época de Cárdenas del Río la masonería y el Gobierno estaban estrechamente relacionados, no obstante que los conceptos que se analizan, estudian y practican en la masonería son universales; nacionalistas por tradición han sido los militares y los masones, debemos considerar que Don Lázaro fue electo Muy Respetable Gran Maestro de la Muy Respetable Gran Logia Valle de México, teniendo su residencia en Michoacán, que era parte de la Gran Jurisdicción y que tenía que asistir a la Ciudad de México a presidir las Grandes Asambleas cada tres meses, además de firmar diariamente correspondencia para otras Grandes Logias o Grandes Potencias del Mundo con las que mantenía relaciones y esas relaciones se continúan hasta la fecha, en la Gran Logia de Colima independientemente de las pinturas de los Grandes Past Masters, figura el más bello de sus adornos: en una urna de cristal la espada impecable con la cabeza de León en su empuñadura, espada que por cierto era la reglamentaria del glorioso ejército mexicano que entregaba a quienes ascendían al grado de General, Don Lázaro Cárdenas del Río dejó la suya allí, como testimonio de su lealtad y gratitud; a las que nunca faltó.

Como político, propició la unidad, fue respetuoso de las jerarquías, después de una experiencia variada y múltiple en distintos ritos masónicos y con todos los grupos, supo utilizar y aplicar la metodología masónica para efectos educativos y de operación política. Entre tantos puntos, puso en marcha un “plan de reforma económica y social a corto, mediano y largo plazo” iniciando con su sexenio, los latifundios privados fueron distribuidos entre los campesinos y, con el apoyo de la Confederación de Trabajadores de México (C. T. M.), muchos industrias se convirtieron en cooperativas.

Al inicio de su ejercicio como Presidente Constitucional Don Lázaro Cárdenas del Río funda el Instituto Politécnico Nacional.

En abril de 1938 reorganizó el Partido Nacional Revolucionario (PNR) dotándolo de cuatro secciones: obrera, campesina, popular y militar. Ese mismo año nacionalizó las propiedades de las compañías petroleras extranjeras. Secularizó la enseñanza. Apoyó a la República española durante la Guerra Civil,1936-1939, y concedió asilo a numerosos refugiados españoles, a los que otorgó la nacionalidad mexicana, cabe mencionar que entre ellos la gran mayoría eran masones distinguidos de aquél Gran Oriente y fundaron la Respetable Logia Simbólica “Luz Hispánica”, Jurisdiccionada a la Muy Respetable Gran Logia Valle de México y que sigue trabajando todos los viernes, en el Templo José María Morelos hasta la fecha, en forma ininterrumpida y en ella fue iniciado quien posteriormente a la muerte de Franco regresara a España para echar a andar nuevamente la masonería española como Soberano Gran Comendador. En 1942, durante la II Guerra Mundial y bajo la presidencia de Manuel Ávila Camacho, quien después de que los alemanes non hundieran seis barcos petroleros decretó que estábamos en guerra, Don Lázaro fue comandante de todas las fuerzas mexicanas de la Costa del Pacífico, y Secretario de la Defensa Nacional desde 1942 hasta 1945. Falleció el 19 de octubre de 1970, siendo Presidente de la Comisión del Río Balsas. Su pensamiento político-social se puede sintetizar en diez puntos, que están íntimamente ligados a los principios que enseña la masonería,

I.- La miseria, la ignorancia, las enfermedades y los vicios esclavizan a los pueblos.

II.- A cada quien en relación a su trabajo; a todos según sus necesidades de pan, casa, vestido, salud, cultura y dignidades.

III.- Obtener la máxima eficiencia, con el mínimo de esfuerzo y la más equitativa distribución de la riqueza.

IV.- Sin gran producción no hay amplio consumo, ni gran industria, ni economía poderosa, ni bienestar colectivo, ni nación soberana.

V.- Todo Estado moderno exige una técnica dirigida hacia la abundancia de bienes esenciales y de equipos eficientes de cultivo, de transformación, de comunicaciones, de cambio y de cultura.

VI.- Suprimir lo superfluo para que nadie carezca de lo necesario y se evite que los ricos se hagan más ricos y los pobres más pobres.

VII.- Contra la patria, nadie. Por la patria, todos.

VIII.- Todos somos servidores de las causas de la libertad, la democracia y el progreso.

IX.- Las reformas avanzadas son victorias de las fuerzas del bien sobre el mal en sus luchas por la redención de los oprimidos.

X.- Sólo la justicia social garantiza la paz y la felicidad humana.

Después de la experiencia como gobernante de Michoacán y Gran Maestro de la Gran Logia Valle de México que comprendía casi toda la República, al llegar a la Presidencia, ante los embates del alto clero político católico el General Lázaro Cárdenas del Río se mantuvo incólume, respetando y haciendo respetar la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y sus leyes derivadas con gran celo patriótico.

El General Lázaro Cárdenas del Río que había visto la luz masónica en la Gran Logia Nacional Mexicana y fundador el 22 de junio de 1927 de la Gran Logia Simbólica Independiente Mexicana, gozó de gran popularidad y se difundió por toda la República, a causa de su trascendente acción social. Cientos de talleres masónicos se establecieron lo que propició la difusión y penetración de la ideología cardenista; fue la fuerza de estas logias cardenistas la que, verdaderamente llevó al poder a Don Lázaro.

Desde el punto de vista histórico y sociológico, la masonería mexicana es poco estudiada. La bibliografía existente nos habla de ritos, de anécdotas, o nos refiere ciertos aspectos de algunos masones. Es por ello que, escribir sobre la participación directa de masones en la política es difícil:

Opinión de Vicente Lombardo Toledano: "desdeñar la política en la masonería mexicana es cercenarse el 80% de lo que la masonería debe significar en la vida activa del país".

Opinión de uno de los Grandes Maestros de la Gran Logia Valle de México Don Alfonso Sierra Partida: "La masonería es un sistema moral, velado por alegorías e ilustrado por simbolismos que tienden fundamentalmente a superar a los hombres impartiéndoles un conocimiento y forjándoles una ética altísima con objeto de que sepan vivir con los demás hombres, sin distinción de razas, de ideologías o de religión. Siempre tras la dignidad humana, que es la máxima aspiración. Por encima de las leyendas negras que a su alrededor se han forjado, tiende a transformar hombres, en el estricto y buen sentido de la palabra, entregándoles una ética que los convierta en individuos útiles a la sociedad y a sí mismos".

Actualmente la Muy Respetable Gran Logia Valle de México cuenta con más de trescientas Respetables Logias Simbólicas en toda su Jurisdicción que comprende el Distrito Federal, donde tiene su sede, Zacatecas, Aguascalientes, Guanajuato, Estado de México, Puebla, Morelos, Tlaxcala y Guerrero.

Opinión de Jesús Reyes Heroles: "Si en el pasado la masonería fue una corriente constructora de lo mejor de nuestro país; si en el pasado libró mil batallas simultáneamente en mil frentes; si en el pasado supo llevarnos a la libertad de conciencia, a la libertad de expresión, a la libertad de manifestación de las ideas, a lograr un tipo de sociedad en la cual el hombre puede vivir desde su cuna hasta su tumba tranquilo y en paz con su conciencia; hoy, en el presente, tiene mucho que hacer para lograr que la justicia social sea una realidad y para conjugar esa justicia social con la verdadera democracia pero, sobre todo, con los valores supremos de la institución masónica que son la libertad, la igualdad y la fraternidad".

Nuevamente en estos momentos históricos la masonería mexicana deja de ser efecto para convertirse en causa, ya no debemos ser simples espectadores pasivos, sino que hemos decidido colaborar activamente con los hombres que guían a nuestro país en la solución de los grandes problemas que nos aquejan, fundamentalmente con toda la fuerza de nuestra augusta institución a nivel nacional.

Por Carlos Quintanilla Yerena

--------------

Referencia: Columnas del Tercer Milenio.

Lázaro Cárdenas Presidente Masón.